miércoles, 28 de septiembre de 2011

El otro


Intenta pensar en positivo... pero no puede. Le abundan los problemas, pequeños y grandes, aquí y allá, a lo tonto se amontonan y afectan a todo el conjunto. Unos padres que se divorcian. Una madre que se va lejos. Un padre que vuelve entre las sombras. Un hijo que evoluciona. Una casa que no es suya. Unos estudios que peligran. Unos amigos que quiere demasiado...

Le duele... le duele esa soledad que tiene en su alma y nunca se va, como si fuera un curioso que son su dedo va rasgando su alma en busca de un tesoro, pero no se da cuenta que lo que hace es inundar aun más su alma de soledad, haciendo cada vez más y más grande y profunda, tanto, que un día se tragará el alma del curioso y vivirá junto con la soledad, oscura, amarga, húmeda, por la eternidad.


Él solo quiere un poco de atención, solo un poco, pero no quiere una atención obligada, eso no es justo, no. El quiere recibir lo mismo que da, sin embargo, ahora tiene miedo de dar y no recibir lo mismo. Tiene miedo de que lo dado no sea de agrado. Tiene miedo de no gustarle a nadie. Tiene miedo de si mismo, de su soledad.

No sabe que hacer, no sabe que escuchar, que leer, que pensar, que imaginar, que desear... No sabe nada. Solo sabe que en este loco mundo, él solo es otro insecto que pasa por su superficie, sin arañar demasiado, sin dejar demasiadas pistas, sin dejar huellas las cual seguir, total, no es nadie, para nadie.

Piensa constantemente en sus palabras equivocadas que dice a lo largo del día y en como poder solucionarlas, pero a la hora de la verdad, nunca dice las que tiene en su mente, ni en su corazón... Simplemente deja hablar a esa bonita mascara que utiliza como cara, a esa falsa sonrisa que tiene dibujada en su cara, para ocultar todo en si a los demás, para ocultarse fácilmente bajo mentiras y bravuconerias.


Desea despertar un día en un mundo que no es el suyo, donde todo está invertido, donde en vez de la soledad, sea la esperanza la que acune su alma, donde haya otra alma la cual este a su lado por la eternidad, donde su paso por este mundo no sea olvidado y no le haga ocultarse bajo esa mascara pecadora.

Sueños son y serán. Los genios no existen, por lo tanto los deseos tampoco. Sueños, solo son otra forma de perder el tiempo...

2 comentarios:

  1. Cuando se camina por la vida con una máscara es imposible que el otro te conozca y te valore por lo que eres. Por eso mismo no puede quererte por lo que eres, sino por lo que aparentas, es por eso que no puede llegar al fondo de tu corazón. Tú has cerrado la puerta y tienes la llave.

    :) Acabo de improvisarlo y me ha gustado decirlo. Espero que te sirva.
    Saludos

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  2. Voy a poner un poco de humor y te dire que si viviera en Canada no habría problema, pero por aquí ronda mucho ladrones si dejas la puerta abierta (en Canada no pasaría) XD

    Gracias por pasarte Bego, me sirve, aunque aun me queda un poco de tiempo que meditarlo ;)

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